Ya quedan pocos días para despedir el 2012, y el último mes del año nos encuentra agotadas, no solo por el cansancio que vamos acumulando a lo largo de todo el año (trabajo,  hogar, escuela de los chicos), sino que le sumamos a este mes un montón de actividades concentradas, que deben ser realizadas antes de que toquen las campanadas de las doce y el nuevo año nos encuentre.

Encuentros con amigos, fiestas de fin de año laborales, planificar las vacaciones, finalizar trabajos, el balance de una etapa que se va y los pronósticos para lo que se aproxima y…  las fiestas!!!! Dónde se pasan? Con quién? Qué hacemos? … nos sentimos como en una carrera contra el tiempo, tratando de cumplir con todo, y con todos.

El final del año supone un combo de emociones un tanto complejo: situaciones agradables se combinan con momentos que preferiríamos borrar de nuestro calendario, los balances y cuestiones pendientes provocan ansiedad y cuadros de depresión, con repercusiones anímicas y físicas

El estrés en sí mismo no es un fenómeno negativo.  Una cantidad regulable resulta, incluso, necesaria para activarnos y motivarnos a encarar determinadas situaciones, o movilizarnos hacia el logro de ciertas metas u objetivos. Pero muchas veces demandas externas (sociales) o demandas internas (psicológicas), superan nuestra capacidad de respuesta viéndose afectadas nuestra salud y calidad de vida.

Síntomas

  • Estado de ánimo depresivo o cambiante.
  • Irritabilidad, impulsividad, ansiedad, miedo.
  • Insomnio.
  • Sensación permanente de cansancio.
  • Dificultad para concentrarse.
  • Síntomas somáticos (dolor de cabeza, problemas gastrointestinales, dolor de espalda).
  • Alteración en la piel.
  • Deseo de huir de ciertas situaciones.
  • Pérdida o aumento del apetito.
  • Tensión muscular.
  • Aumento del consumo de cigarros y alcohol.
  • Pensamientos repetitivos.
  • Preocupación por el futuro.
  • Dificultades del habla.
  • Excesiva autocrítica.

¿Qué hacer para que el estrés no impida disfrutar de las fiestas?

  • Reconocer la posibilidad del estrés en las fiestas y afrontarlo.  Identificar y reflexionar sobre  los factores que nos causan estrés de las fiestas. ¿Cuáles son las situaciones de las fiestas que aumentan el malestar? ¿Tienen relación con las reuniones, las relaciones familiares, los balances personales, la situación de aislamiento o las pérdidas?
  • Escuchate y escucha tu cuerpo. No te sobre exigas, no trates de cumplir con todos los compromisos sociales de estas fechas, nuestra energía es limitada y debemos invertirla de manera inteligente; seleccioná reuniones en las cuales te sientas a gusto y disfrutes.
  • Hacer balances realistas del año. No es sencillo hacer balances con objetividad, aceptar las propias posibilidades y limitaciones, “perdonándonos” por aquellos objetivos que no pudimos alcanzar. Permitite deseos gratos y realistas para el próximo año.

El fin de año, es la culminación de una etapa, donde hubo cosas positivas y cosas negativas, objetivos alcanzados y otros que quedaron en el tintero, no por ello abandonados… cada final encierra nuevas posibilidades, como una hoja en blanco a ser escrita… elegí tu mejor lapicera y escribí  este…  tu nuevo año!!! FELICIDADES!!! 

Lic. Silvina Filice